Donald Trump ha vuelto a poner hoy Maine en el mapa de las elecciones presidenciales. El hombre de negocios de Manhattan y nominado presidencial republicano ha efectuado la que es ya su tercera visita al estado de los pinos. Y el autor y los lectores de este blog nos alegramos de que los candidatos quieran competir en Maine, porque es gracias a los cuentos de Stephen King uno de nuestros estados favoritos de la Unión.
Maine es uno de los solamente dos estados (el otro es Nebraska, donde el otro día vimos a Hillary Clinton) que asignan sus votos electorales por distritos (en concreto, 2 votos electorales al ganador estatal y uno al ganador de cada uno de sus dos distritos). Pero desafiando a la lógica no Trumpiana, Trump ha optado por hacer campaña en el primer distrito de Maine (más urbano), cuando en realidad tiene más posibilidades de competir por el voto electoral del segundo distrito del estado (más rural, y donde en una encuesta del mes de junio había empate técnico).
El Donald, que ha llenado el centenario auditorio Merrill de Portland, ha denunciado el pago de 400 millones de dólares que hizo la administración Obama a Irán hace unos meses (a cambio de rehenes según algunas informaciones; por otros motivos según la Casa Blanca).
"Lo ves y no te lo crees," ha dicho Trump. "Me pregunto a dónde va realmente ese dinero, por cierto." ¿A los líderes iraníes o a financiar el terrorismo?, ha querido insinuar.
En la blanca (95 por ciento blanca) y tranquila Maine, Trump ha advertido sobre la amenazante inmigración procedente de "naciones terroristas." "Este podría ser el gran Caballo de Troya de todos los tiempos," ha dicho. ¡Ni siquiera Maine está libre!
Relativamente cerca de Maine tuvo lugar el atentado de la maratón de Boston, un hecho que no hubiera ocurrido si EEUU no hubiera dejado pasar a los supuestos autores, de origen checheno, opina Trump. "¡Qué violento, qué brutal y qué horroroso fue aquello!," ha recordado Trump. "Y si ellos no hubieran estado aquí, no hubiéramos tenido aquel incidente."
Un grupo de manifestantes que portaba ejemplares de bolsillo de la Constitución, como Khzir Khan en la convención demócrata, ha sido desalojado al interrumpir el discurso del candidato.
Trump ha contado con el respaldo del Gobernador de Maine Paul LePage, un antecedente local del fenómeno Trump (Paul LePage, el gobernador más loco de América, decía de él POLITICO hace dos años, antes de que volviera a ganar las elecciones contra pronóstico). El consejo de LePage a Donald: "Ignora a los medios."
"Les encanta hacer sensacionalismo con unos pocos comentarios y lo convierten en un gran asunto, y a veces es engañoso, la mayoría de las veces es falso," ha dicho LePage resumiendo el proceder de la prensa, con la que ha tenido sus propios encontronazos LePageianos en Maine.
En su entrevista de esta semana a The Washington Post, Trump decía que cree que "voy a hacerlo genial en estados en los que algunas personas ni siquiera están pensando."
"Porque soy diferente a los candidatos republicanos, a otros candidatos republicanos," dijo. "Yo tengo estados que podemos ganar y en los que otros candidatos republicanos ni siquiera se pararían a cenar."
"¿Como cuál? ¿Como Maine?," le preguntó Philip Rucker, del Post.
"Bueno, preferiría no decirlo," respondió Trump. "¿Por qué debería recalcarlo?"
JFK ya se atrevió con Maine en 1960, aunque no tenía nada que hacer allí. Pero Kennedy por lo menos tenía una infraestructura tradicional. En este caso el tío no tiene infraestructura ni todo lo que una campaña normal requiere para competir con garantías en un estado; una temeridad si realmente aspira a ganarlo. Él simplemente confía en que es Donald "El Donald" Trump (y desde luego, algunas primarias las ganó así).
Trumpistas...
(Fotos: @DBloom451)
...y manifestantes anti-Trump se han dado cita en el exterior del auditorio Merrill.
El alcalde de Portland ha hablado megáfono en mano en un mitin anti-Trump. Ethan Strimling, demócrata, ha aprovechado su oportunidad para ganar fama diciendo que Trump no representa los valores de su ciudad.
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