El Donald se atreve con Maine, "uno de los estados más bonitos"

Tierra de vampiros, licántropos, gatos negros y cementerios vivientes, Maine es uno de nuestros estados favoritos. Y Donald Trump está de acuerdo con nosotros.

"Qué pedazote de tierra," dijo Trump ayer en un mitin en Bangor, la tercera ciudad de Maine. "Honestamente, está entre los estados más bonitos."

Es tan bonito, que podría decidir vivir allí en el futuro, aseguró. "Si las cosas no me salen bien, podría venir aquí y decir, '¡Al carajo!'"

El candidato presidencial republicano hizo básicamente dos cosas: atacar a Hillary Clinton y cortejar a los votantes de clase trabajadora que sufren por culpa de los tratados comerciales que "han vaciado Maine de empresas."

"Gente estúpida" ha negociado los acuerdos comerciales en nombre de EEUU, dijo Trump. Si es elegido Presidente, intentará renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), y si no hay un acuerdo satisfactorio para EEUU, promete que sacará al país del tratado.

Maine ha visto el cierre de cinco fábricas importantes en los últimos tres años, y Trump incidió en eso.

"Vamos a recuperar nuestros empleos. Vamos a recuperar nuestra riqueza. Vamos a recuperar nuestro dinero," dijo. "Vamos a recuperar nuestro orgullo. Vamos a hacer América grande tora vez."

El Donald estuvo arropado por El Paul, Paul LePage, el extravagante gobernador republicano de Maine, que es uno de los más Trumpianos de la Unión. "Quiero darle las gracias a nuestro gobernador, yo le llamo nuestro," dijo Trump. "Es un tío genial, genial."

Maine (Ver Kennedy se atreve con Maine) ha votado al candidato demócrata en todas las presidenciales desde 1992, y aunque asigna sus votos electorales por distritos, los dos distritos del estado (el 1º más urbano y el 2º más rural) nunca han votado diferente.

Pero Trump programó su mitin en Maine después de ver la encuesta que publicó el pasado domingo el Portland Press Herald, que muestra a Hillary Clinton con una ventaja de solo seis puntos a nivel estatal (42-36) y a Trump por delante en el 2º distrito (30-28), donde Clinton sería más impopular (64 por ciento) que el empresario (59 por ciento).