Brad Parscale, gurú digital de Trump.
En declaraciones a Bloomberg Politics, Brad Parscale, director digital de la campaña de Donald Trump, admite que él y su equipo, que trabajan desde la sede de su firma Giles-Parscale en San Antonio, están obsesionados con Florida. Hacen "simulaciones diarias que miden la importancia de cada estado para construir una ruta para alcanzar los 270 votos electorales, y Florida está siempre en el número uno." Y dentro de Florida, les obsesiona un condado muy demócrata: "El condado de Miami-Dade es el condado más importante del país para las opciones de Trump," declara Parscale.
"Cuando hablo de importancia," dice Parscale, "estoy declarando que tenemos un gran número de votantes persuadibles allí."
Los expertos dicen que la alta pariticipación en Miami-Dade, donde el 56 por ciento de los votantes registrados son hispanos, favorece invariablemente a Clinton.
Hasta el sábado, comenta el politólogo de la Universidad de Florida Daniel A. Smith, "707,844 residentes del condado habían votado ya: el 44 por ciento eran demócratas, el 30 por ciento republicanos, y el 25 por ciento no estaban afiliados a ningún partido, un grupo que tienda a ser más joven e hispano, y, por consiguiente, inclinado hacia Clinton. La mezcla demográfica de los votos por adelantado también parece áltamente favorable a Clinton: el 58 por ciento es hispano, el 17 por ciento es afroamericano y el 20 por ciento es blanco."
Pero la señal más clara del supuesto sentimiento anti-Trump que ha provocado una subida de la participación en el voto por adelantado en el condado de Miami-Dade es la última oleada de registros de votantes, señala Smith. "De los 29,657 votos que se registraron en el último mes, el 41 por ciento son demócratas, el 44 por ciento son no afiliados, y solo el 12.5 por ciento son republicanos." "Eso es una locura," dice Smith. "Este es el barómetro que indica la hostilidad hacia el candidato republicano."
No obstante, una importante duda sobre este aumento del voto por adelantado es "si el incremento de los números representa nuevos votantes o simplemente está canibalizando los votos de personas que habrían salido a votar en cualquier caso en el día de las elecciones." Smith opina que "cientos de miles de nuevos votantes negros e hispanos están emitiendo sus votos, una señal de mal agüero para Trump." "De los 707,844 votantes de Miami-Dade, 201,000 no votaron en 2012, y 127,000 de ellos son hispanos," dice Smith. "Los números son incluso peores para Trump" en los condados vecinos de Broward y Monroe, dice Smith. De los 1.3 millones de personas que han votado por adelantado en la zona, 351,000 no lo hicieron en 2012, dice Smith, quien supone, quizá supone demasiado, que han salido a votar contra Trump.
Sin embargo, para Parscale lo más importante es si Trump es capaz de recibir votos suficientes allí. El equipo del candidato republicano espera obtener un gran apoyo entre la comunidad cubana de Miami-Dade, el subgrupo hispano más importante del condado, en un año en que las relaciones con Cuba vuelven a estar en las primeras planas, y espera también que "el día de las elecciones, el perfil de los votantes que salgan a las urnas sea más favorable a su candidato, suficiente para inclinar este crucial estado a la columna de Trump."
"Estará igualada," dice Parscale sobre Florida. Y a diferencia de los expertos que se están tirando a la pisicna, Parscale dice que el resultado es impredecible. "Es como predecir el humor de tu mujer. No tienes ni idea con lo que te vas a encontrar hasta que llegues a casa."
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