Trump solicita el voto de los "demócratas de Reagan" en Canton, Ohio

Donald Trump estuvo anoche en Canton, zona de votantes blue collar de Ohio que se sitúa a medio camino entre Cleveland y Pittsburgh. Allí estuvo Jimmy Carter en su último día de campaña en 1980. "No hay manera de que los republicanos puedan derrotarnos. No hay suficientes de ellos" en Ohio o en el país, dijo el entonces Presidente. "Los únicos que pueden derrotarnos somos nosotros mismos, con una baja participación." Y efectivamente, no había suficientes republicanos en Canton, pero sí muchos "demócratas de Reagan" (trabajadores sin estudios superiores de raza blanca de zonas deprimidas que esperan algún milagro; un ejemplo; otro ejemplo).

Trump ayer repasó las últimas encuestas de Ohio, que le son favorables (5 puntos de ventaja en Bloomberg y 5 puntos de ventaja en CNN, casi idénticas a una de Quinnipiac de la semana pasada que le daba 4 puntos. Mitt Romney nunca tuvo esos números en el estado de los castaños en los dos últimos meses; era el estado que más difícil creía tener). "Vamos a tener un 8 de noviembre increíble," les dijo Trump a sus seguidores ohioneses. Demográficamente, después de Iowa, es posible que Ohio sea el estado indeciso que mejor le va a Trump, puede que mejor que Carolina del Norte.

Trump dedicó unos 10 minutos a hablar de los males del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), firmado por el Presidente Bill Clinton en 1994. "Es el peor acuerdo de la historia del mundo," dijo Trump antes de representar cómo sería una llamada del Presidente Trump al presidente de la compañía Ford si sigue deslocalizando sus fábricas: el Presidente Trump amenazaría al presidente de la Ford con meterle un impuesto del 35 por ciento en todos los vehículos importados para venderse en EEUU.

Prometió construir un muro en la frontera con México ("Yo no me presento a Presidente del mundo. Yo me presento a Presidente de los Estados Unidos," dijo en una ocasión) e intentó presentarse como un unificador, aprovechando los comentarios sobre la "cesta de deplorables" que hizo Hillary Clinton la semana pasada. Prometió que seguirá visitando comunidades afroamericanas como Flint, Michigan o ciudades blancas con una considerable concentración de afroamericanos como la propia Canton, donde los negros hacen el 25 por ciento, aunque sus mítines sean abrumadoramente blancos.

"Hillary Clinton llama a las personas que no la apoyan deplorables e irreclamables," dijo. "Yo llamo a las personas que no me apoyan ciudadanos americanos que tienen derecho al mismo respeto que cualquier otro, y no dejaré de hacer campaña hasta por el último voto americano hasta en la última ciudad americana hasta el 8 de noviembre."

El Donald se salió del guión del teleprompter de vez en cuando e incluso mencionó la "famosa" escalera mecánica de la Torre Trump por la que descendió para anunciar su candidatura presidencial el 16 junio de 2015, solo un día después del anuncio de Jeb Bush, el que todos pensaban que era el anuncio verdaderamente importante. ¿Nos volverá a regalar la escena de la escalera mecánica la noche del 8 de noviembre sea cual sea el resultado?

Mitin

Trump llenó (más de 6,000 espectadores) el viejo Memorial Civic Center de Canton, construido en 1951. Barack Obama reunió a 4,000 y pico personas en ese mismo pabellón una semana antes de las elecciones de 2008. Ronald Reagan también hizo campaña allí en primavera de 1980