Donald Trump presenta su programa económico

Dándole un toque de seriedad y aburrimiento a su campaña (solo un toque, mañana volverá a sus súper mítines de siempre), Donald Trump ha comparecido hoy en un almuerzo del Club Económico de Detroit para detallar su programa económico.

El Club Económico de Detroit, ciudad que a mediados del siglo pasado fue el motor de la clase media más fuerte que el mundo haya visto, ha recibido a todos los Presidentes desde Richard Nixon, y si no a todos los nominados presidenciales de los grandes partidos, a casi todos. (Jeb Bush inició allí formalmente su campaña cuando todavía pensaba que se le iba a dar la nominación republicana y la Presidencia.)

El Gobernador de Michigan Rick Snyder y el Vicegobernador Brian Calley, dos republicanos que no han endorse-ado a Trump, no han asistido al almuerzo. La mayoría de los asistentes han sido hombres de negocios (y cuando digo hombres, digo hombres y mujeres, que todo hay que aclararlo) de la zona de Detroit. ¿Habrá estado el perverso Dick Jones de Robocop?  Se ha comentado de Donald que se parece a algunos villanos de las películas de Paul Verhoeven, y uno de los mejores elogios que se han escrito de él en la prensa en español lo escribió Henrique Lage en caninomag.es e iba en esa dirección: "Es imposible no ver en los manierismos y el alarde de excentricidad de Trump un personaje ideal para una película de Paul Verhoeven."

El malvado depredador corporativo de Robocop ansiaba reconstruir desde su torre de cristal y acero la 'vieja Detroit' para obtener el reconocimiento público limpiando las calles con ingenios y métodos de dudosa moralidad. Trump, que presume de la reconstrucción de Manhattan, ha puesto a Detroit como ejemplo de las políticas económicas fallidas de los demócratas que "castigan" a la economía americana. "Su ritmo récord de nuevas regulaciones, aumentos de impuestos, restricciones a la producción privada de energía y acuerdos comerciales leoninos" han perjudicado a Detroit y a otras ciudades como Detroit, ha dicho.

Trump ha propuesto una moratoria regulatoria temporal y un alivio de las regulaciones a las pequeñas y medianas empresas. Si es elegido Presidente, no propondría ninguna regulación adicional hasta que la economía empiece a crecer "de forma significativa."

En el apartado fiscal, el candidato presidencial republicano ha prometido tres tramos del impuesto de la renta, a diferencia de los siete tramos actuales. El más alto bajaría del 39.6 por ciento al 33 por ciento (son 8 puntos más que el 25 por ciento que proponía hasta ahora).

"Los ricos pagarán su parte equitativa, pero nadie pagará tanto que eso destruya empleos o socave nuestra capacidad de competir como nación," ha dicho Trump.

También ha prometido una tasa fiscal del 15 por ciento para las empresas estadounidenses (ahora es del 35 por ciento); eliminar el tratamiento fiscal especial que tienen los ingresos por intereses devengados de firmas de capital privado; derogar el impuesto de sucesiones; aplicar deducciones por gastos de cuidado de menores; y fortalecer la protección de la propiedad intelectual.

El constructor de rascacielos ha reiterado su oposición al Acuerdo Trans-Pacífico de Cooperación Económica (TPP) y otros acuerdos comerciales. Quiere renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) "o salirnos si tenemos que hacerlo."

Otras promesas: acusará a China de manipulación de divisas; pedirá a TransCanada que renueve su solicitud de permiso para la construcción del oleoducto Keystone; rescindirá el Plan de Acción Climática y la Ley de Aguas de EEUU; rechazará el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático porque cree que perjudica a la economía estadounidense; y permitirá las perforaciones en las costas.

Algunos manifestantes, probablemente miembros de sindicatos, han interrumpido constantemente el discurso de Trump, pero El Donald ha evitado responderles como lo suele hacer en sus súper mítines. Solo ha señalado que estaban organizados.