martes, 12 de julio de 2016

Bernie Sanders, "orgulloso" de apoyar a Hillary Clinton


Bernie Sanders y Hillary Clinton, por fin juntos. (Foto: Brian Snyder/Reuters)

Finalmente, Bernie Sanders ha presentado su rendición ante Hillary Clinton en New Hampshire, la misma plaza donde un histórico 9 de febrero, el septuagenario socialista se convirtió en el candidato más votado de la historia de la primaria del estado de granito, dejando a la favorita demócrata con las tripas fuera. Cinco meses después de aquella batalla que supuso el inicio de una guerra que se extendió a todo el país, los dos principales candidatos a la nominación demócrata de 2016 han firmado la paz.


A pesar de la trascendencia del momento (Ver vídeo), hemos visto al Bernie que todos conocemos, sin sensiblerías y con un estilo muy conciso. El senador por Vermont ha empezado homenajeando a sus partidarios y ha seguido con una aceptación pública de la la victoria de Clinton, a la que ha prometido su apoyo.


"Dejadme que empiece dando las gracias a los 13 millones de americanos que me votaron durante las primarias demócratas. Y gracias New Hampshire por darnos nuestra primera gran victoria,"
ha dicho. "Juntos hemos iniciado una revolución política para transformar América, y esa revolución continúa."


"La Secretaria Clinton va a la convención con 389 delegados comprometidos más que nosotros y muchos más superdelegados,"
ha dicho, dirigiéndose a sus votantes, muchos de los cuales se resisten a dejar vía libre a Clinton. "La Secretaria Clinton ha ganado el proceso de nominación demócrata y la felicito por ello. Ella será la nominada demócrata para Presidente. Y yo trataré de hacer todo lo que pueda para asegurarme de que ella sea la próxima Presidenta de los Estados Unidos."


"A lo largo del último año, he tenido la extraordinaria oportundiad de hablar a más de 1.4 millones de americanos en mítines en casi todos los estados. Y la profunda lección que he aprendido es que esta campaña no va en realidad sobre Hillary Clinton o Donald Trump o Bernie Sanders," ha dicho. "Esta campaña va sobre las necesidades del pueblo americano y sobre abordar las muy serias crisis a las que nos enfrentamos. Y no hay dudas en mi mente de que en noviembre, Hillary Clinton es de largo la mejor candidata para hacer eso."


Dejando a un lado las diferencias (por ejemplo, la política comercial), Sanders se ha concentrado en algunos puntos que sus delegados han conseguido introducir en el programa electoral con el que el Partido Demócrata concurrirá a las elecciones de noviembre.


Subida del salario mínimo y más obras públicas: "Hillary Clinton entiende que debemos arreglar la economía americana, que está amañada y que envía casi toda la nueva riqueza e ingresos al 1 por ciento que está en la parte alta. Ella cree, todos nosotros creemos, que debemos subir el salario mínimo a un salario que alcance para vivir. Y además quiere crear millones de nuevos empleos reconstruyendo nuestras derruidas infraestructuras.


"Su oponente, Donald Trump, tiene unas ideas muy diferentes. Él cree que los estados deberían tener derecho a bajar el salario mínimo o incluso a abolir el salario mínimo. Si Donald Trump es elegido, no veremos ningún incremento en el salario mínimo federal de 7.25 dólares la hora, un sueldo de hambruna."


Tribunal Supremo y financiación electoral: "Estas elecciones van sobre qué candidato nombrará para el Tribunal Supremo a jueces que estén preparados para anular la desastrosa decisión 'Citizens United,' una decisión que está permitiendo a los multimillonarios comprar elecciones y que está socavando nuestra democracia."


Sanidad: "Lo último que necesitamos en América es un Presidente al que no le importe que millones de americanos pierdan el acceso a la asistencia sanitaria que necesitan."


¿Cuál es el objetivo de Sanders a partir de ahora?


"Nuestra tarea ahora es que un Senado controlado por los demócratas, una Cámara de Representantes controlada por los demócratas y una Presidencia de Hillary Clinton implementen ese programa," ha dicho Sanders.


¿Estará Sanders dispuesto a hacer campaña por Clinton cuando ella se lo pida? 


"Pretendo estar en cada rincón de este país para asegurarme de que eso ocurra," ha dicho.


Sanders ha concluido su intervención diciendo: "Hillary Clinton será una Presidenta espectacular y yo estoy orgulloso de respaldarla."


Los dos ex rivales, ella con chaqueta azul y él con camisa azul y corbata azul, el color que identifica al Partido Demócrata, se han dado un abrazo y el público ha roto a gritar "¡Hillary! Hillary!"


La probable nominada demócrata, encantada, ha agradecido el endorsement: "Cuán más disfrutables van a ser estas elecciones estando en el mismo lado. ¿Porque sabéis qué? Juntos somos más fuertes."


¿Pero aceptarán los partidarios más recalcitrantes de Sanders este llamamiento a la unidad? Una encuesta de GenForward, vinculada a la Universidad de Chicago, revela que Clinton lo tendrá complicado para convencer a los sectores más jóvenes del electorado de Sanders. Solo la mitad de los partidarios de Sanders menores de 30 años dice hoy que votará a Clinton en las elecciones generales.


El problema se concentra especialmente en la juventud blanca. Aunque sin acercarse a los niveles de Barack Obama, Clinton es muy popular entre los jóvenes negros (el 64 por ciento tiene una buena opinión de ella) y aceptablemente popular entre los jóvenes hispanos (el 49 por ciento tiene una buena opinión de ella); la cosa cambia dramáticamente con los jóvenes blancos (blancos no hispanos): solo un 26 por ciento de los blancos menores de 30 años tiene una buena opinión de Clinton.


Obama ya perdió el voto de los jóvenes blancos menores de 30 años en 2012, pero logró un digno 44 por ciento, 18 puntos más que ese 26 por ciento que aprueba a Clinton.

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