Hillary Clinton y Elizabeth Warren hacen piña

Cincinnati, Ohio, ha sido el escenario de la primera aparición conjunta de Hillary Clinton y Elizabeth Warren en esta campaña presidencial. Pero no cualquier lugar de Cincinnati, sino uno muy especial: la estación de Union Terminal, donde Franklin D. Roosevelt hizo una recordada parada con su tren de campaña en las elecciones de 1936, o donde George W. Bush dio un discurso clave sobre política exterior en los meses anteriores a la guerra de Iraq. (Un guiño megaultratotal de Hillary tanto a las bases demócratas como a los halcones del aparato antiterrorista.)

La probable nominada presidencial demócrata y la que durante todo 2015 fue la deseada por las bases del partido (la tía tiene ni más ni menos que 70 entradas en este blog sin ni siquiera haber llegado a declarar su candidatura) han escenificado su unión después de que durante las primarias no estuviera nada claro si Warren, atrapada entre sus principios ideológicos y su condición de feminista, prefería a Clinton (una mujer) o a Bernie Sanders (un izquierdista).

Hoy ha quedado claro que está con Clinton y ha ejercido de eficaz atacante Clintoniana contra Donald Trump.

El multimillonario magnate de la construcción y probable nominado republicano es "un pequeño e inseguro tacaño que solo lucha por sí mismo," ha dicho la senadora por Massachusetts.

"¿Qué clase de hombre es?," ha preguntado Warren sobre Trump. "Un hombre despreciable que nunca se convertirá en Presidente de los Estados Unidos, porque Hillary Clinton será la próxima Presidenta de los Estados Unidos."

Aunque ABC News informa de que la campaña de Clinton tiene a Warren en su lista de vicepresidenciables, es improbable que entre en el ticket, entre otras cosas porque el gobernador de Massachusetts, que sería el encargado de nombrar a su sustituto en el Senado si ella es elgida Vicepresidenta, es un republicano.

James Pindell, de The Boston Globe, que conoce bien a Warren, nos cuenta por qué es beneficioso para las dos esta aparición conjunta.

"Warren no solo consigue cobertura mediática que le ayuda a hacer crecer su perfil nacional, sino que también adquiere influencia en el Mundo Clinton. Puede utilizar esto algún día como palanca con la Presidenta Hillary Clinton, si gana, u obtener algo de ayuda para una campaña presidencial de Warren en 2020 (si Clinton pierde y Warren opta por tomar ese camino)," escribe Pindell.

"Para Clinton," añade, "la aparición con Warren -y su apoyo- significa dos cosas. La primera, que el apoyo de Warren refuerza el argumento de Clinton ante los partidarios de Bernie Sanders de que la lucha progresista continuará. La segunda, que la aparición conjunta le proporcionará mucha cobertura mediática" que le viene bien frente a Trump, experto en saturar los medios.