Donald Trump, a los californianos: "Vamos a construir un muro. No tenemos elección"

Donald Trump convocó a miles de personas ayer en el centro de convenciones de Anaheim, en el condado de Orange, una zona republicana dentro de California. John McCain, uno de los promotores de la reforma migratoria, perdió California por 25 puntos en las elecciones generales de 2008. Mitt Romney, más ambiguo que McCain en política migratoria, perdió California por 23 puntos en 2012. Trump, con su promesa de construir un muro en la frontera y arropado por las familias de víctimas de inmigrantes ilegales, cree que puede perder California 'solo' por unos 10 puntos, y mejorando los números de esos candidatos tanto con los hispanos como con los negros.

"Vamos a tener unas fronteras geniales," les dijo a los votantes californianos que creen que ningún político hace nada por proteger la frontera. "Vamos a construir el muro. No tenemos elección."

El constructor de rascacielos (y aspirante a constructor de muros) pidió que se cantara el himno nacional en mitad del mitin.

Fue interrumpido por algunos manifestantes que portaban banderas mexicanas y rompieron carteles con la imagen de Trump. El candidato les hizo frente. "¡Perdedor! ¡Perdedor!," le dijo a uno de ellos mientras la policía lo desalojaba. "El lugar más seguro para estar en este país es un mitin de Trump," bromeó Trump.

Enfadado con parte del establishment republicano que se resiste a apoyarle públicamente, y a la vez encantado de que así sea, Trump tuvo palabras gruesas para Nikki Haley, Jeb Bush y Marco Rubio, entre otros. También para la demócrata Elizabeth Warren, a la que llamó "Pocahontas." Pero se entretuvo sobre todo con Mitt Romney, del que dijo que es un "estúpido" que "camina como un pingüino."

"Pobre Mitt Romney. Pobre Mitt... Quiero decir, tengo una tienda que vale más dinero que él," dijo. "Se vino abajo como un perro. Si has sido un gallina una vez, eres un gallina siempre," continuó.

100 por cien Trump.

Fuera hubo los incidentes habituales. "¡Construye ese muro! ¡Construye ese muro!," gritaban los seguidores de Trump desde los balcones del centro de convenciones a los manifestantes anti-Trump que había en la calle. No es fácil protestar contra Trump porque no se deja condicionar (ni en el mensaje ni en la logística). Terminas absolutamente desquiciado, gritando en vano.