Trump reunió a 20,000 personas en Buffalo en la víspera de la primaria de Nueva York

20,000 personas esperaron impacientemente en Buffalo, Nueva York a que Donald Trump (R) fuera introducido por Rex Ryan, entrenador de los Buffalo Bills, el equipo de fútbol americano en el que jugó un antiguo candidato presidencial, Jack Kemp, quien representó a esta zona en el Congreso durante dos décadas.

"Una cosa que realmente admiro de Trump es que él dirá lo que está pensando," dijo Ryan antes de dar paso a Trump. "Muchas veces, muchas personas quieren decir las mismas cosas, pero hay una gran diferencia: no tienen el coraje para decirlas. Todos las piensan, pero no tienen el coraje para decirlas. Sin duda, Donald Trump tiene el coraje para decirlas. Eso es lo que respeto."

No es casualidad que Trump escogiese Buffalo para cerrar su campaña para la primaria de Nueva York. El magnate conoce bien la ciudad, donde hace décadas solía ser un habitual en su carnaval de las estrellas. Además, ha tenido una gran influencia en que hoy se esté presentado a Presidente, porque en 2014 intentó comprar los Buffalo Bills y no lo consiguió. "Si hubiera comprado los Buffalo Bills, probablemente no estaría haciendo lo que estoy haciendo ahora, que es mucho más importante," dijo.

Aquel mismo año, Trump barajó presentarse a gobernador de Nueva York, y esta ciudad del cinturón industrial fue una de las que mejor recibió la idea. Dio un discurso en una recaudación de fondos del Partido Republicano del condado de Erie y atrajo a más de 600 personas. Allí se dio cuenta del tirón que podía tener si entraba en política.

"Mañana vais a salir y vais a votar. Y vais a aseguraros de que todos vuestros amigos van a salir y van a votar," dijo ayer el favorito a la nominación presidencial republicana. "Vais a decir, 'Ese es el voto más genial que he emitido nunca.'"

"En Buffalo, tenemos que hablar de trabajo," dijo antes de empezar a hurgar en las compañías que han abandonado la zona para trasladarse a otros países.

También habló del 11-S, que confundió con el 7-Eleven, una famosa cadena de tiendas.

Y recordó que su principal rival republicano desprecia los valores neoyorquinos. "Ningún neoyorquino puede votar a Ted Cruz," dijo Trump.