Los republicanos de Maine se reúnen en el
Cross Insurance Center de Bangor.
(Foto: @ADRatterree)
Como ha venido ocurriendo los últimos sábados, la batalla por la nominación presidencial republicana se traslada hoy a un par de convenciones estatales donde se elegirá a un puñado de delegados.
En Maine, el escenario de los relatos de terror de Stephen King, los participantes en la convención republicana estatal elegirán entre 200 aspirantes a 20 de los 23 delegados que el estado enviará a la convención nacional republicana de Cleveland en el mes de julio. En la primera votación en Cleveland, los delegados de Maine tendrán la obligación de votar de acuerdo al resultado del caucus del 5 de marzo (12 delegados tienen que votar a Cruz, nueve tienen que votar a Trump y dos tienen que votar a Kasich), pero si Trump no consigue el apoyo de los 1,237 delegados necesarios en esa primera votación, los delegados de Maine serán libres de cambiar su voto en votaciones posteriores.
El objetivo del equipo de Trump, liderado en Maine por el Gobernador Paul LePage, es convencer a las otras partes de elegir una "lista de unidad" que mantenga la misma distribución del voto en todas las votaciones, en el caso de que haya más de una votación en Cleveland. El equipo de Kasich no lo ve con malos ojos, pero el equipo de Cruz se opone porque cree que puede meter a más partidarios en la delegación.
"Todos deberíamos descansar bien esta noche y creo que por la mañana veremos cómo están las cosas," declaró ayer al Portland Press Herald el legislador estatal Garrett Mason, que es el responsable de la operación de Cruz en el estado. "Los 23 delegados de Maine podrían hacer la diferencia a la hora de nominar al Presidente Trump o al Presidente Cruz, y, obviamente, yo espero que sea lo segundo."
Team Trump quiere que LePage sea uno de los delegados, porque podría serle de mucha utilidad tener al mismísimo gobernador presionando a sus delegados en Cleveland. Pero Team Cruz ya le ha hecho saber a LePage que no quieren que sea delegado, refiriéndose a él como una figura política "intrascendente."
LePage declaró ayer a Associated Press que la campaña de Cruz está siendo "arrogante" negándose a seguir "la voluntad de la gente" expresada en el caucus de marzo. "Creo que mañana deberíamos terminar eligiendo ese lote (de unidad) y pido a la gente de Maine que sea justa," dijo LePage en el programa de radio de Howie Carr.
El otro punto de interés del día es Kentucky, donde los republicanos se reunirán en Lexington para escoger a las personas que completarán su delegación en la convención nacional. Ya eligieron a 18 de sus 46 delegados en las convenciones de los distritos que se celebraron a comienzos de mes. Este fin de semana elegirán a otros 25 delegados.
Trump ganó el caucus del 5 de marzo con el 36 por ciento de los votos, seguido de cerca por Cruz (32 por ciento). Trump contará con el voto a favor de 17 delegados de Kentucky en la primera votación de Cleveland; Cruz contará con 15 delegados; y Kasich y Rubio (los de Rubio no estarán obligados al no ser ya un candidato activo), con siete cada uno.
Las campañas de los tres candidatos que siguen activos (Trump, Cruz y Kasich) cruzarán los dedos en la convención estatal de hoy para que la delegación incluya a personas afines que en una segunda votación en Cleveland, si la hay, rompan a favor de su candidato.
Lo que ocurra en Kentucky es doblemente interesante porque puede desvelarnos cuál es la postura del Líder de la Mayoría del Senado Mitch McConnell, quien controla la maquinaria republicana estatal.
"McConnell ha hecho lo que ha podido hasta ahora para mantenerse fuera del revoltoso combate presidencial de 2016. Eso cambiará este fin de semana," escriben Reid J. Epstein y Kristina Peterson en The Wall Street Journal.
Epstein y Peterson describen la convención estatal de Kentucky como "un proceso secreto de trastienda controlado por los aliados de McConnell, que nos ofrecerá las primeras pistas significativas sobre su estrategia de cara a una impredecible convención nacional republicana en Cleveland este verano. Los delegados escogidos podrían convertirse en la brigada particular de McConnell en la convención, un bloque de votos influyente si la pelea por la nominación va más allá de una primera votación."
Trump no es el candidato favorito de los republicanos del Senado, pero Cruz tampoco es precisamente un hombre de la confianza de McConnelll, más bien todo lo contrario; es un adversario político. Complicando aún más las cosas, "la convención de Kentucky está entre las más difíciles de penetrar para los 'outsiders.' Los delegados de la convención estatal votarán una lista de 25 potenciales delegados para la convención nacional que será propuesta por un comité de ocho miembros que configurará la lista a puerta cerrada este sábado. Entonces, los delegados de la convención estatal votarán Sí o No a la lista en su conjunto, pero no pueden votar de forma individualizada a los candidatos a delegado."
Los ocho miembros del comité encargado de recomendar la lista de delegados tienen conexiones con el Senador McConnel.
"Espero ser un delegado, creo que lo seré, y en la segunda votación podré hacer lo que quiera," declaró McConnell la semana pasada a un canal de televisión de Louisville.
También se espera que sean delegados el otro senador del estado y ex candidato presidencial, el libertario Rand Paul, y el conservador Gobernador de Kentucky Matt Bevin. Tampoco sabemos a quién apoyarían Paul y Bevin en el caso de que haya una convención abierta.
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