Indiana ha sido el primer destino de Donald Trump (R) después de su gran triunfo de ayer en Nueva York. Significativo. El Viejo Trump hubiera ido al lugar más evidente, a Pennsylvania, el estado más grande que vota el próximo martes, y probablemente a su distrito menos disputado. El Nuevo Trump (como el nuevo hombre) toma decisiones estratégicas y va a un estado que no vota hasta el 3 de mayo pero que será vital para que no vea truncado su camino a la nominación.
Otra novedad: su primera actividad en Indiana ha sido una visita al Gobernador Mike Pence en la mansión del gobernador en Indianapolis. El Viejo Trump nunca visitaba a los políticos en sus despachos; los invitaba al suyo.
"El Gobernador Pence está luchando de verdad por vosotros," ha dicho el candidato después a sus seguidores en un mitin.
Como dice Nate Cohn (analista de The Upshot) en Twitter: "Si Trump pierde Indiana, sus posibilidades (para alcanzar los 1,237 delegados) pueden depender de lo que voten en la convención los 54 delegados sueltos (sin obligaciones) de Pennsylvania."
Y ese es un escenario que Team Trump quiere evitar a toda costa porque Ted Cruz está trabajando duro para ganar esos delegados sueltos, informa NBC News. Para no depender de delegados sueltos, Trump necesita evitar que le pase en Indiana (que no libera a sus delegados hasta la segunda votación) lo que le pasó en Wisconsin, y eso empieza por evitar que el gobernador apoye a alguno de sus rivales.
En un pabellón de la feria de muestras del estado, el Nuevo Trump ha vuelto a ser el Viejo Trump para deleite de más de 4,000 seguidores que se han acercado a verle actuar por primera vez en la Encrucijada de América, como se conoce al estado donde se crió Abraham Lincoln.
"Indiana ha perdido uno de cada cinco trabajos industriales desde que China se unió a la Organización Mundial de Comercio," ha protestado Trump, que ha acusado a Ted Cruz de apoyar la manipulación que hace China del tipo de cambio de su moneda.
"Tenemos que hacer acuerdos inteligentes," ha dicho Trump. "Tenemos a imbéciles, no tenemos líderes inteligentes. Los líderes incompetentes no saben lo que están haciendo."
El empresario neoyorquino metido a candidato presidencial ha cargado contra Carrier, la famosa compañía de acondicionadores de aire que va a trasladar 1,400 puestos de trabajo, muchos de ellos de afroamericanos, de Indianapolis a Monterrey, México. Bien utilizada, un arma muy potente para ganar la primaria.
"¿Os gusta la idea de meterles cien patadas de impuestos a esos acondicionadores de aire?," ha preguntado Trump a algunos de los afectados que estaban entre el público.
Que a Carrier le quede claro, ha dicho, que "vas a pagar un jodido impuesto cuando abandones este país e intentes vendernos tus productos porque crees que somos estúpidos."
Éxito apoteósico.
"Si yo estuviera en el cargo, Carrier no estaría abandonando Indiana. Os lo aseguro," ha añadido.
No han faltado los manifestantes anti-Trump, uno de ellos con el disfraz de Capitán América y una máscara del candidato. "Oh, los manifestantes no son muy duros por aquí. Estoy algo decepcionado con ellos en Indiana," se ha mofado Trump.
"Vamos a recuperar nuestro país, tíos," ha prometido.
Otra promesa: "Despediremos a Hillary."
Los trumpistas de Indiana han recibido al candidato con sus mejores galas. Por ejemplo...
Camisetas de Gatos Trumpeados (es la nueva moda, trumpea a tu gato)
Y calcetines Trumpianos con tupé
(Fotos: @kaylareporting)
No hay comentarios:
Publicar un comentario