Los tres candidatos presidenciales republicanos participaron anoche en la Gran Gala del Partido Republicano de Nueva York, un partido que ha dado dos Presidentes de EEUU (Chester Arthur y Teddy Roosevelt) y cuatro nominados (Teddy Roosevelt, Charles Hughes, Wendell Willkie y Thomas Dewey), y podríamos añadir en ambas categorías a Dwight D. Eisenhower, que aunque jugaba a ser de Kansas, tenía su base política en Nueva York.
Jenna Johnson nos relata en The Washington Post una velada en el hotel Grand Hyatt del centro de Manhattan dominada, cómo no, por el rey de Manhattan, El Donald, que jugaba en casa:
"Un Donald Trump con esmoquin subió al escenario en la Gala Republicana del estado de Nueva York con relajada confianza. Estaba en su ciudad, delante de su gente en un hotel que él ayudó a construir hace décadas.
""Bienvenido a casa," gritó una mujer mientras el favorito republicano sonreía.
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"Empezó hablando del Grand Hyatt Hotel de los años 70, cuando la ciudad estaba en una mala racha. Habló ampliamente sobre las dificultades de preparar el hielo en una pista de patinaje sin fugas de refrigeración, como hizo en el 'Wollman Rink' de Central Park. Contó viejas historias que hicieron reír al público, dio nombres, se preguntó por qué "todos mis amigos de la construcción" estaban sentados en una esquina en la parte trasera. Incluso juzgó la política como "aburrida." Y defendió con fuerza "los valores de Nueva York," un concepto que el Senador por Texas Ted Cruz ha intentado utilizar contra él.
"Trump estuvo contenido cuando proclamó las virtudes de su ciudad. Echó una ojeada a unos apuntes preparados y empezó a enumerar lo que considera que son "los valores de Nueva York." Entonces, una mujer gritó en el histórico salón de baile: "Sí, nene," agitando en el aire su servilleta de tela blanca. Trump no mencionó a Cruz, pareciendo asumir que todos en la sala conocían el ataque previo de Cruz burlándose de Trump por apoyar "los valores de Nueva York."
"Los valores de Nueva York, dijo Trump, significan ética del trabajo, devoción por la familia y una energía tan grande que si el ex Gobernador de Florida Jeb Bush se hubiera mudado a la ciudad, "hubiera tenido mucha más energía de la que tiene ahora mismo." Los neoyorquinos son constructores que hacen que las cosas ocurran, dijo, y tienen coraje y un tremendo sentido de servicio a la comunidad.
""Los valores de Nueva York estuvieron a la vista de todos después del 11-S, un golpe en el corazón de la ciudad y de nuestra nación," dijo Trump, que parecía estar leyendo de un guión excepcional. "En nuestros momentos más oscuros como ciudad, mostramos al mundo lo mejor que tenemos en América en valentía, corazón y alma."
"Trump añadió: "Estos son los valores que necesitamos para hacer América grande otra vez. Necesitamos estos valores para volver a unir a América y para curar las heridas de América."
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"Los comentarios finales de Trump sonaron más a un alcalde vitalicio que a un candidato presidencial. "Disfrutad del hotel. Disfrutad de esta gran, gran ciudad." Recibió un caluroso aplauso y muchos en la sala se pusieron de pie, mientras media docena de personas corrieron al escenario para ver de cerca a su celebridad local.
"El recibimiento que tuvo Ted Cruz fue sorprendentemente diferente. Los invitados hablaban entre ellos y algunos se paseaban por la sala mientras el senador pronunciaba una variación de su discurso habitual, con dificultades para mantener la atención del público o a ratos incluso para hacerse oír por encima del ruido.
"Cruz no mencionó su desprecio anterior a "los valores de Nueva York," pero empezó su discurso -como hace habitualmente en campaña- declarando, "Que Dios bendiga el gran estado de Nueva York." Más tarde denominó a la ciudad de Nueva York como "suelo sagrado" por el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Refiriéndose a Trump, Cruz dijo, "Yo no he construido ningún edificio en la ciudad de Nueva York, pero he pasado toda mi vida defendiendo la Constitución y la Declaración de Derechos."
"Cruz pasó por varias de sus prioridades políticas, de la creación de empleo a un impuesto fijo y a los asuntos exteriores. Luego hizo un argumento a favor de la elegibilidad que parecía estar diseñado para interrumpir el apoyo que tiene Trump aquí. Cruz advirtió de que si los republicanos nominan a un candidato con un índice de popularidad negativo entre grupos demográficos clave, el partido no puede recuperar la Casa Blanca.
""La elección a la que nos enfrentamos en sencilla: o nos unimos o morimos," dijo Cruz. "Si permanecemos dividos perdemos."
"Pero fue el Gobernador de Ohio John Kasich el que planteó lo que a este público le pareció el argumento más convincente sobre la elegibilidad.
""Yo soy el único candidato que derrota a Hillary Clinton de forma consistente todo el tiempo, todo el tiempo," dijo Kasich, atrayendo los aplausos.
"Citó una reciente proyección estado por estado del colegio electoral que mostraba a Trump y Cruz perdiendo de mala manera ante Clinton, pero, en palabras de Kasich, "Yo machacaba a Hillary Clinton."
"Poco antes de que empezara la gala, Kasich recibió el apoyo de George Pataki, el ex gobernador de Nueva York de tres mandatos que no tuvo éxito como candidato presidencial. En sus comentarios, Kasich no señaló a Trump o Cruz por lo que a comienzos de semana denunció como una campaña que conducía a "un camino de oscuridad." Pero advirtió: "Si alimentas las actitudes negativas de la gente, vas a tener unos índices muy negativos. Ve e intenta vender algo cuando no gustas a la gente y no confían en ti""
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